miércoles, 25 de junio de 2014

Castración de la GATA

En un post anterior, hace como 2 años, comparti mi experiencia al castrar a Moro, mi gato macho. Esta vez, voy a comentar que tal me fue operando a la gata, a sabiendas que la cirugía en la hembra es un poco mas compleja y mas larga porque hay que hacer una incisión  y extirparle los ovarios, lleva una sutura... en el caso de macho es apenas un punto que alcanza y sobre para vaciarle las bolsas escrotales. 

Una vez mas debo reconocer que fue mucho mas sencillo de lo que esperaba... como siempre pasa, la idea de la cirugía genera un poco de estres, algo puede salir mal durante la operación o después y tenia bastante temor a que se arrancara los puntos, que se abriera o infectara la herida... esas cosas que todos piensan en algun momento.

Me asesoré con le médico antes de la cita para la operación. Me comento, para mi sorpresa, que la incisión era muy pequeña, de costado y que los puntos eran internos... esto me ahorraba tener que desinfectar la herida o hacer curaciones, usar collar isabelino para que no se arranque los puntos, con el estres que ello le genera al animal, y tampoco debia llevarla a quitarle los puntos...  No me imagino como es que hacen para coserla asi, pero no hay puntos ni hilos colgando, por mas que quiera no puede arrancarselos, no hay que usar productos para el post operatorio ni tuve que darle antibioticos porque le ponian un inyectable de larga duración. 


La operación demoro casi una hora. Como era anestesia inhalatoria, al poco rato ya caminaba, algo abombada claro... ese dia estuvo mas quieta y descansando, la deje separada de Moro para que no la molestara o no la corriera para jugar. Ese dia le bufo cuando comian, creo que era porque le olia olor a desinfectante o algo del consultorio, no paso de ese dia ni de ese momento. 
Al siguiente día, ella estaba como si nada, activa, comia y usaba la bandeja con normalidad... no tuvo cambios de caracter ni nada... lleva 7 meses operada, le calculo que ya tiene un año de edad aproximadamente y se mantiene en peso y muy activa.


Confieso que me deje asustar por experiencias ajenas que a veces se leen en internet sobre gatas que sufren mas de una semana con el collar isabelino o enteritos para que no se muerdan la herida, o peor aun, que se les abrio o tuvieron algun problema con la sutura, como le paso a la gata de mi tia. Creo que hay que asesorarse bien con el medico de confianza antes de hacerlo, estar al tanto de que riesgos se corren, si hay que tener determinados cuidados, etc, para que ni ellas ni nosotros la pasemos mal.

Y recordar los motivos por los que hay que tomar esta decisión, que algunos pueden pensar que es solo por nuestra comodidad, pero tambien es por su salud y su bienestar:


  • Reduce enormemente el riesgo de desarrollar cancer de mamas, que en las gatas es muy frecuente y suelen darse tumores malignos
  • Reduce el comportamiento molesto típico del celo como maullidos nocturnos, marcaje con orina, escapes del hogar
  • Evita que machos callejeros lleguen a nuestro patio, jardin, marcando con olor y atraidos por el olor de la hembra
  • Impide que mas gatitos huérfanos queden vagando por las calles, transmitiendose enfermedades, y poniendo en riesgo a otros animales domesticos y hasta chicos (zoonosis), o sea que contribuye a la convivencia en la ciudad y a la salud pública
  • No tiene contraindicaciones, no les cambia el carácter, no tiene que por que volverlas gordas y deformes y ella ni se enterara de lo que paso

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